Desde el 23 de febrero se iniciaron las actividades preliminares para el regreso a las clases presenciales en nuestro Seminario Menor (Nuevo Imperial). Durante dos años tuvimos que adecuarnos a la emergencia sanitaria en que nos sumió la pandemia por el Covid-19.
Por la especificidad que presenta nuestra modalidad, régimen internado, los alumnos estuvieron en sus casas. El año 2020 habíamos acabado de dar apertura, pero tuvimos que interrumpirlo por la suspensión que se dio de esta por decreto gubernamental. Se pensaba en ese momento que sería por unos meses, pero la situación se prolongó uno, y hasta dos años.
Al igual que muchos colegios nos adecuamos a la nueva enseñanza a través de la virtualidad. Los maestros se apertrecharon con dispositivos y auriculares para poder llegar a los alumnos. En cuanto a las buenas costumbres que se viven dentro de nuestro Colegio Seminario, hicimos uso de la plataforma virtual, zoom, para poder hacer algunos actos devocionales.
El nuevo año escolar 2022 se abre a nuestros ojos con enormes desafíos. Solamente por anotar uno, es acerca del uso de las tecnologías en el tejido de las relaciones maestro y alumno. Ha sido tan patente su impacto en estos dos años de confinamiento, que no se puede suspender su uso. Como dicen los especialistas en la materia, esta nueva “realidad virtual” ha venido para quedarse. Está en el trabajo conjunto familias y educadores el uso responsable de estas.
Nos ilusiona el hecho de volver abrir las puertas de nuestra casa de estudios, que dentro de poco celebrará sus 60 años de existencia. Actualmente las circunstancias que nos toca vivir son distintas, pero manteniendo la misma esencia: antes, más y mejor.
Pbro. Marvin Leonel Cárdenas Espíritu