Como es costumbre en la Parroquia Virgen del Carmen de Herbay, las familias se suelen reunir un domingo para celebrar juntos la fe, vida y la amistad. Este 26 de noviembre la reunión anual se llevó a cabo en Arena Baja, en una explanada junto a la carretera Panamericana y al río Cañete.
Así también, para preparar el Encuentro, se realizó una semana antes las “misiones urbanas” en la Parroquia. El párroco, Pbro. Leoncio Córdova, nos cuenta los detalles de estas actividades:
Tuvimos una semana de preparación con unas las misiones urbanas. Nos acompañaron las Madres Gisela y Wojtyla, misioneras de Jesús Verbo y Víctima. Iniciamos el domingo 19 con la Santa Misa de la tarde. Los pobladores les dieron un bonito recibimiento a las madres con un arco de globos y pancartas. Esa misma noche comenzó a fluir la gracia de Dios, con las confesiones y la recepción del Cuerpo de Cristo. Una familia generosa hospedó a las madres en su casa y diversas familias compartieron sus alimentos. Iniciaban el día con el Rosario de la Aurora a las 5 de la mañana, durante el día visitaban los hogares, por las tardes daban las charlas para recibir los sacramentos, y en las noches las confesiones y la Santa Misa.
El viernes llegaron también para apoyarnos los Misioneros de Cristo Vivo; con su couster especial, que lleva incorporado todo para vivir (como una casa), y con una plataforma especial para la celebración eucarística o para un concierto musical; ellos también animaban a la gente con títeres, con una payasita, y con películas con pantalla grande.
El sábado 25, varios niños y jóvenes recibieron el bautismo, la Primera Comunión y dos parejas mayores contrajeron matrimonio, después de mucha oración y dedicación de las religiosas.
El domingo 26 se preparó todo desde muy temprano para la acogida de las Familias. Comenzamos con la Santa Misa a las 11 de la mañana. Vinieron también 15 alumnas con sus profesoras del colegio Montealto, de Lima, quienes consiguieron premios para un “bailetón”, y animaron el Bingo, que inició a las 3pm. El local se fue llenando de numerosos asistentes de los diversos pueblos de nuestra parroquia. Con esta actividad se busca que las familias se conozcan y sumen esfuerzos para mejorar su Capilla de cada lugar. Al final, los premiados se fueron doblemente contentos, y los organizadores quedaron cansados pero felices.
Por medio de un sorteo se buscó quién sería el anfitrión del 2024, saliendo elegido Nuevo Ayacucho; ellos están contentos por tal designación ya que están iniciando los preparativos para levantar el templo al estilo ayacuchano.
Damos gracias a Dios y a la Virgen María por bendecirnos en este día, en que también homenajeamos a su Hijo, Cristo Rey.
Pbro. Leoncio Córdova Vega