Los días 8 y 9 de junio las parroquias Nuestra Señora de la Asunción de Cerro Alegre y San Pedro de Mala, respectivamente, organizaron su peregrinación parroquial al Santuario del Señor de la Ascensión de Cachuy con una numerosa participación de los feligreses. Compartimos a continuación el relato de la experiencia vivida.
De Cerro Alegre a Cachuy
El sábado 8 de junio los fieles de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Cerro Alegre se dirigieron al Santuario de Cachuy en 5 movilidades, en total 64 peregrinos proveniente de Cerro Alegre, Quilmaná, San Vicente, Imperial, Nuevo Imperial y Lima.
Partieron a las 5.30 am, después de un desayuno y descanso en Catahuasi, siguieron hasta el Santuario de Cachuy, arribaron a las 10 am, luego de saludar al Señor y un descanso, se comenzó el rezo del Santo Rosario, mientras se atendían confesiones. Se ofreció la Santa Misa por todos los peregrinos; y después, se inició el retorno a Catahuasi para el almuerzo. A las 6 pm las movilidades ya estaban en Cañete.
Desde la costa maleña a las alturas de Cachuy
Similar experiencia vivieron los fieles devotos del Señor de Cachuy quienes desde la Parroquia de San Pedro de Mala se movilizaron hasta las montañas donde se encuentra el Santuario del Señor de la Ascensión de Cachuy. Recogemos el relato del P. Marvin Cárdenas, sacerdote que dirigió la peregrinación.
El día domingo 09 de junio 200 feligreses de Mala y Calango peregrinamos al Santuario de Cachuy. Salimos muy temprano, 5 de la mañana, la concentración se realizó en el frontis de la iglesia parroquial. Había lloviznado y un ligero frío colocaba el inicio de nuestro trayecto rumbo a Cachuy. Dejamos el Valle de Mala a bordo de 16 movilidades, algunos llevaban consigo sus cajuelitas pequeñas del Señor de Cachuy y otros objetos religiosos para que sean bendecidos.
Hacia las 8am nos detuvimos en Catahuasi para tomar un ligero desayuno o tomar alguna bebida caliente dado que el frío parecía intensificarse. Algunas personas, sobre todo los que iban por primera vez, estaban expectantes y muy emocionados ya de subir. Hacia las 8.30am comenzamos el ascenso hacia el santuario enclavado en las montañas. Llegar nos tomó una hora, era colosal ver como la caravana iba trepando los escarpados y altos cerros. Estábamos con tiempo todavía para la celebración de la santa misa, algunas personas aprovecharon en visitar la capilla, recorrer los espacios del santuario, y los alrededores del pueblo de Cachuy. Un buen nutrido de personas aprovecharon en confesarse.
La celebración de la misa se siguió con mucho recogimiento y devoción. Algunos integrantes del coro parroquial San Juan Pablo II que también subieron con nosotros acompañaron los cantos, las lecturas y moniciones fueron hechos por parte del grupo de liturgistas de la parroquia también. Grande y emotiva fue la bendición con la sagrada imagen del Señor de Cachuy del Santuario finalizando la santa misa. Una de las partes del estribillo del himno de la Ascensión, “…se reza, se llora y cantar sin cesar”, se hizo patente en esos momentos.
Ya de regreso, y contentos con las gracias recibidas, descendimos a Catahuasi para almorzar. Las conversaciones en la mesa y durante el regreso era para compartir los momentos vividos en el Santuario de Cachuy. Al llegar a Mala, despidiéndonos, alguno de los peregrinos con ilusión aseveró muy convencido, “tenemos que volver a ir”. Muchos estaban agradecidos con esta oportunidad y con la seguridad de que se volverá a subir al Santuario del Señor de Cachuy.
Agradecimiento especial
Agradecemos a las Madres Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, encargadas de la administración del Santuario del Señor de la Ascensión de Cachuy, excelente acogida y atención. Gracias a todos los peregrinos que participaron, se llevan una bonita experiencia, un acercarse más al Señor, deseando corresponder a su infinito Amor.