El 15 de julio del 2024, el padre Novato cumple 20 años de fallecido. Un sacerdote ejemplar que trabajó 38 años en la Prelatura de Yauyos, de los cuales 19 en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, de Cerro Alegre.
Monseñor José Novato Martín García nació en Teruel, España, el 20 de junio de 1933.
Desde 1936 a 1939, España enfrentó una Guerra Civil, además, Europa salía de la Primera Mundial (1914-1917) para meterse en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La carencia y necesidad fue grande en toda Europa. La niñez y adolescencia del padre Novato fue marcada por esa crisis. Con muy pocos recursos económicos, pero una gran fe.
El padre Novato descubrió su vocación sacerdotal y se formó en el Seminario Mayor de Teruel, recibió la ordenación sacerdotal y trabajó en su diócesis de origen. Su espíritu misionero lo llevó a aceptar la propuesta de venir a trabajar en la Prelatura de Yauyos, llegó al Perú en 1966, en el sexto grupo de refuerzos, junto con el padre Arturo García.
Su primer destino de trabajo sacerdotal fue Huangascar, una parroquia situada en la parte Sur Yauyos, con una gran extensión, atendiendo pueblos como Viñac, Azángaro, Chocos, Apurí, Madián, Florida, Tallamarca y otros más. Pueblos que van desde los 2,500 a 4,000 metros de altura.
En la época del terrorismo, el padre Novato fue traslado a la Parroquia de Pacarán, pueblo de la eterna primavera, además de su trabajo ministerial, reconstruyó la iglesia parroquial. Un niño de Romarí, uno de los anexos de Pacarán, quedó impresionado por la visita del padre Novato a su colegio, y se dijo: yo seré como él, hoy en día ese niño es sacerdote.
Posteriormente fue trasladado a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Llegó a Cerro Alegre el 14 de febrero de 1985, reemplazando a los Clérigos de San Viator, quienes atendieron la parroquia desde 1969.
En 1985 dejaba el gobierno el Arquitecto Fernando Belaunde Terry para comenzar el primer gobierno de Alan García. La economía peruana iba de mal en peor hasta llegar la mayor crisis económica peruana, el terrorismo surgió, sembrando destrucción y muerte.
Cerro Alegre no fue ajena a la situación peruana. En 1971, la Reforma Agraria entregó la Hacienda de Cerro Alegre a los trabajadore, surgiendo la Cooperativa de Cerro Alegre. En 1975 comenzó el Mixto San José, pero en 1982 la Cooperativa envío una carta notarial a todos los profesores cerrando el Mixto San José, el padre José Quintanal puso todo su esfuerzo por salvarlo y lo logró convirtiéndolo en Colegio Parroquial. Los dos colegios de primaria y el de inicial aún seguían siendo Colegios Fiscalizados, con el pago de sueldos por parte de la Cooperativa. En 1985 la Cooperativa no pagó a los profesores de las primarias y de inicial, provocando que los profesores busquen otro lugar de trabajo.
En estas circunstancias llega el padre Novato a Cerro Alegre, los Clérigos son religiosos, por tanto, eran varios hermanos que trabajan juntos, ahora sólo había un sacerdote. Los Clérigos tenían la ayuda de su congregación religiosa y económicamente ayudaban a la parroquia, ahora el padre Novato llegaba sin un sol en el bolsillo. Esto provocó las comparaciones y los malos entendidos.
Desde su niñez el padre Novato fue un luchador, optimista, sin miedo a las dificultades. Con la ayudad de Dios y la Virgen María comenzó su trabajo en Cerro Alegre. Gestionó para que, en 1986, los colegios de primaria e inicial también se conviertan en parroquiales, así se salvaron de desaparecer.
Comenzó la mejora en los colegios parroquiales. El Mixto San José tenía clases en los pasillos de los colegios de primaria y en algunas aulas de las primarias. Construyó 20 aulas, un auditorio, un aula magna, 2 laboratorios de cómputo, 1 laboratorio químico, primer, segundo y tercer patio, los baños… En inicial, construcción de nuevas aulas. En las primarias duplicó las aulas, de 6 a 12, en cada colegio.
Además, gestionó el agua y el desagüe, que hasta hoy se utiliza, para Cerro Alegre. Tenía proyectado hacer un centro técnico, una comisaría, una posta médica, una universidad… La oposición de algunos, la incomprensión de otros y los malos entendidos llevaron a que algunos pobladores se opongan a sus proyectos y no salieron a la luz.
Además de su trabajo en la parroquia de Cerro Alegre, fue profesor en el Instituto Pedagógico de Cañete y en el Seminario Mayor, capellán de religiosas. También fue Vicario Episcopal, colaborando muy de cerca con el obispo.
Muchos años fue Fiscal de Cachuy, teniendo que organizar y bien llevar la Fiesta en la sierra, sin faltar las dificultades que este encargado lleva consigo.
Los cursillos de cristiandad encontraron en el padre Novato su gran impulsor, como predicador, asesor y director. Promocionó este movimiento eclesial y lo dirigió hasta el final de su vida.
Recibió el título de Prelado Doméstico de su Santidad, por ello se le llamaba Monseñor, por el título honorífico que recibió.
El 19 de junio del 2004, un día antes de su cumpleaños, el padre Novato se sintió mal, su vicario parroquial, el padre Juan de la Cruz, lo llevó a ESSALUD, como se complicó su salud fue trasladado a Lima, donde falleció el 15 de julio.
Escrito por el Pbro. Alejandro Zelada Villalobos