“Todo lo puedo en aquel que me fortalece» (Filipenses 4:13)
Con esta convicción profunda y movidos por una fe viva, el pasado domingo 06 de octubre en Calango, la Hermandad del Señor de los Milagros de Mala y pobladores del distrito dieron testimonio de una devoción que no conoce fronteras y que, por la gracia de Dios, ha logrado congregar a numerosos fieles.
En este día se hizo realidad un anhelo largamente acariciado: que, a través de la imagen del Señor de los Milagros, en compañía de la Virgen de la Candelaria, los fieles devotos puedan acercarse a Cristo. Fue un día de peregrinación y oración, en el que muchos corazones se abrieron para recibir el sacramento de la reconciliación, y también, con gozo, participar en la Eucaristía. Este apostolado de la Hermandad del Señor de los Milagros de Mala ha permitido que, al caminar juntos, se siembren y cultiven los frutos de una fe auténtica que busca en cada paso responder al llamado de Dios en medio de las familias y hermandades religiosas.
Es de agradecer a quienes hicieron posible esta jornada de fe: La Hermandad del Señor de los Milagros de Mala, la Comisión Central de bienvenida en Calango, las Tres Sociedades de la Candelaria, quienes en oración y compromiso, hicieron posible esta manifestación de nuestra identidad católica y el encuentro con el Señor. No es un esfuerzo aislado, sino una obra de evangelización que se proyecta hacia un horizonte de fe, esperanza y caridad. Las autoridades locales de los distritos de Mala y Calango también sumaron esfuerzos para que este acto extraordinario se lleve a cabo.
La jornada vivida el primer domingo de octubre ha sido una verdadera bendición. Confiados en esta gracia, se propuso que la Virgen de la Candelaria y el Señor de los Milagros sean reconocidos como Patronos del Valle del río Mala, siendo así guías y protectores de nuestra fe y unidad en Cristo, ahora y siempre.
Chistian Huamán Manco – Directivo de la Hermandad del Sr. de los Milagros de Mala