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Al empezar el mes del Señor de los Milagros

Carta de Mons. Ricardo García a los fieles de Cañete, Yauyos y Huarochirí (PdY 089/20)

Al empezar el mes del Señor de los Milagros

Queridos fieles:

Hemos llegado al mes de octubre -mes del Señor de los Milagros- todavía inmersos en esta pandemia del COVID19. Ni en la peor de las pesadillas nos hubiéramos imaginado que este mal iba a durar tanto tiempo. Todos los días rezo por ustedes en la Santa Misa; pongo en el altar sus dolores, sus preocupaciones, sus necesidades. Recuerdo a los enfermos y a los fallecidos y pido también para que se termine este mal que tanto daño está haciendo.

A estas alturas ya son varios los que me han preguntado ¿Y qué vamos hacer con el Señor de los Milagros? Después de escuchar a los Párrocos, a las Hermandades y a las Autoridades, debo decirles que sigue vigente la prohibición de tener procesiones, por lo tanto NO HABRÁN PROCESIONES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS ni las celebraciones al modo habitual como las teníamos. Como es de conocimiento público sigue vigente el ESTADO DE EMERGENCIA (cfr. DS N° 156-2020-PCM) que impide las reuniones masivas. Además, el sentido común nos dice que por el bien de la salud personal y pública hay que evitar las concentraciones de muchedumbres.

Como alternativa a esta situación y previa coordinación entre los párrocos, las hermandades y las autoridades locales, celebraremos MISAS VIRTUALES, sin público, en las iglesias parroquiales, que serán transmitidas por las redes sociales. Además, algunos días SALDRÁ EN UNA MOVILIDAD ALGUNA RÉPLICA MÁS PEQUEÑA de la imagen del Señor de los Milagros, que recorrerá las calles principales, de acuerdo a una ruta preestablecida.  Los fieles podrán manifestar su devoción desde sus casas (puerta, ventana, balcón, azotea, etc.), pero SIN ACERCASE A LA IMAGEN, como ya lo hemos hecho hace unos meses con el Santísimo Sacramento. Se les pide que respeten rigurosamente esta indicación, puesto que de la obediencia a esta exigencia dependerán otras salidas.

Si bien es cierto que este es un modo diferente de honrar al Señor de los Milagros, siempre será una ocasión para acrecentar nuestra devoción y cercanía al Señor. Vamos a volcarnos en nuestras prácticas piadosas: más tiempo de oración, meditar la palabra de Dios, y también acercarnos al Sacramento de la confesión, ya que esto si es posible. Además, en el contexto de esta pandemia, es ocasión para creer en muestras de caridad y cercanía al prójimo. En definitiva, la celebración del Señor de los Milagros debe ser ocasión para una CONVERSIÓN PERSONAL.

Termino deseándoles una fructífera celebración del Señor de los Milagros, le pedimos que nos haga crecer en esperanza y fortaleza para superar esta dura prueba que nos ha tocado vivir. Viviremos este tiempo de la mano de la Virgen María.

Mi cariño y mi bendición para todos los fieles de nuestra prelatura,

Mons. Ricardo García García
Obispo-Prelado

San Vicente de Cañete, 2 de octubre 2020